martes, 8 de septiembre de 2015

Cómo alimentar a tus niños en el regreso a clases

La nutrición es el proceso involuntario por el cual el organismo obtiene los nutrientes de los alimentos necesarios para mantener una condición saludable y realizar las actividades diarias de manera óptima.

En la etapa escolar
, es importante vigilar la correcta alimentación para asegurar que los estudiantes obtengan la energía suficiente que demanda este periodo de vida.

La alimentación constituye uno de los problemas más importantes con los que se enfrentan los adultos responsables de los niños en edad escolar. En esta etapa, la voluntad infantil lleva a los niños a elegir cosas en general y alimentos en particular, según su percepción sensitiva. Habitualmente los alimentos elegidos con este criterio no suelen ser los más adecuados para el desarrollo infantil y sí con los más deficitarios en nutrientes y perjudiciales para la salud.

Esta situación de selección de alimentos poco nutritivos conduce a una malnutrición más o menos severa. Generalmente el problema clínico que aparece es el desarrollo de estados carenciales, sobre todo en micronutrientes.

Actualmente, los objetivos de la alimentación infantil se han ampliado, ya no solo se pretende conseguir un crecimiento óptimo sino evitar la malnutrición y la aparición de enfermedades carenciales, también instaurar hábitos saludables y prevenir la aparición de enfermedades crónico degenerativas de base nutricional que afectan a los adultos en países desarrollados, tratando de conseguir la mejor calidad de vida y la mayor longevidad.

Es importante tener en cuenta que alimentarse adecuadamente es algo más que proveer de alimentos suficientes para el crecimiento del cuerpo. En una alimentación adecuada intervienen además de una buena selección de alimentos, la situación social y familiar, los hábitos y costumbres, la educación, el nivel cultural, etc.

Los niños y adolescentes tienen grandes necesidades energéticas, y es normal que tengan buen apetito y coman en grandes cantidades; para satisfacerlas es necesario que se consuma una mayor cantidad de alimentos en cada comida o coma más veces durante el día, y debe seleccionar aquellos alimentos más ricos en nutrientes, e incluir variados alimentos en las comidas (leche, carnes sin grasa, frutas, verduras, legumbres y cereales). Los escolares que reciben una alimentación de mala calidad tienen más probabilidades de crecer más lentamente o menos de lo debido; tener poca energía para jugar, estudiar o hacer cualquier tipo de actividad física; tener anemia y/o deficiencia de vitamina A o yodo.

Por otro lado el sobrepeso y la obesidad en los niños en edad escolar se han convertido en un tema cada vez más común. Los niños, así como los adultos, tienen un alto riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad si acostumbran llevar un estilo de vida sedentario y consumir una cantidad superior de energía a la necesaria, dado que en la mayoría de los casos este exceso de energía se asocia con la alta ingesta de alimentos con alto contenido calórico (p.ej. alimentos ricos en grasas saturadas y azucares simples) aumentando el riesgo a padecer enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.

MEDIDAS A ESTABLECER

  • Se debe aumentar la oferta de verduras y frutas, cereales de grano entero y carnes blancas, y a su vez disminuir el consumo de frituras, jugos, refrescos, postres, caramelos y harinas refinadas. La clave está en combinar la satisfacción de las necesidades organolépticas (olor, color sabor, textura) de los niños en los menús con sus necesidades nutricionales.
  • Deben realizarse al menos cinco comidas por día. De ellas tres deben ser más fuertes y soportar la mayor parte de la energía y nutrientes. Se reconocen así el desayuno, la comida de mediodía y la cena. Las otras dos comidas son de sostén y más ligeras. 
  • Procurar llevar una colación saludable (fruta ó verdura fresca) para recibir a sus hijos después de la escuela nos ayudará a evitar la compra de alimentos poco nutritivos que habitualmente encontramos fuera de las instituciones de educación.
  • Promover la actividad física en los pequeños es un aspecto básico para lograr un equilibrio entre la energía ingerida y la gastada.
  • Enviar lonches que contengan todos los grupos de alimentos en porciones adecuadas y acompañarlos con agua simple, al hacerlo la digestión de su comida será sencilla y no causará somnolencia ni cansancio.
Recuerda que la mejor herramienta para educar en alimentación es hacerlo con el ejemplo mismo. Como adultos es nuestra tarea hacerlo posible.

¡Feliz regreso a clases!

Trata de incluir en cada lonche escolar…

Una porción de proteína (jamón, queso, huevo,)+ cereales integrales (pan de caja, bolillo sin migajón, tortilla, galletas maría, saladas o habaneras) + verdura + fruta + agua natural o de fruta de temporada.

Algunas opciones saludables y divertidas:

  • Verdura rallada o picada. Opcional: chilito en polvo y limón.
  • Fruta que se pueda comer a mordidas o picada.
  • Una mezcla de nueces y frutos secos.
  • Sándwich hecho con pan integral, pechuga de pavo y queso panela.
  • Agua de sabores en vez de los juguitos comerciales llenos de azúcar y aditivos sintéticos.
  • Cuadritos de queso con galletas habaneras (utiliza queso blanco y fresco).
  • Sándwich de atún con verdura.
  • Gelatina de agua.
  • Rollitos de pechuga de pavo y queso.
  • Barras de amaranto.
  • Ensalada de pasta con verduras y/o atún.
  • Panini vegetariano de aguacate o verduras a la parrilla o queso.
  • Pan pita integral relleno de hummus, jamón y queso, jocoque o vegetales.
  • Lechugas mixtas con aderezo o vinagreta.


Artículo por: Estefania Liñan y Rocío B. Lozano

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