lunes, 15 de septiembre de 2014

Razones por las que nos excedemos de peso.

¿Por qué engordamos? ¿Qué provoca el sobrepeso? ¿La genética, las grasas, el estrés, el sedentarismo?


El sobrepeso no es un problema que aparezca por arte de magia, sino más bien es un proceso lento y gradual que puede viene marcado por diferentes factores (alimentación, sedentarismo, cambios hormonales, genética, etc.) y que sin un control dietético profesional puede llevar a la obesidad.

Engordamos porque el consumo excesivo de calorías y la inactividad física hacen que nuestro cuerpo acumule aquello que no le hace falta, así que cuanto más comemos y menos quemamos, ¡más engordamos!

Hay personas que le echan la culpa a la genética y la convierten en la primera excusa con diferentes afirmaciones: “Tengo predisposición a engordar”, “Mi abuelo y mi padre son obesos, así que yo también” o “Coma lo que coma, engordo”.
Diversos estudios demuestran cómo las costumbres dentro de una misma familia y la influencia externa tienen más fuerza que la genética en nuestro comportamiento alimentario y reaccionamos a distintos estímulos que nos hacen engordar.
Pero, ¿cuáles son estos estímulos que nos llevan a subir de peso?:

Fármacos: Algunos medicamentos como los antidepresivos y las hormonas femeninas hacen ganar peso.
Dejar el tabaco: Si se dejó de fumar hace poco, es posible que se haya subido algunos kilos, ya que la nicotina interviene en el control del apetito a nivel del cerebro, estimula la saciedad y disminuye el hambre, esto genera un incremento de aproximadamente 2 Kg en los primeros seis meses, y después tiende a estabilizarse.
Algunas fases de la vida: Los cambios hormonales de la pubertad, los embarazos y la menopausia favorecen el aumento de peso en las mujeres.
Los cambios del modo de vida: Cambio de trabajo, jubilación, mudanza, defunción de una persona cercana, rupturas sentimentales. Acontecimientos que al influir sobre el ánimo y las costumbres pueden provocar perturbaciones en el peso.
Comer mecánicamente: Uno de los responsables de la ingesta excesiva es el no poner atención a lo que se está comiendo, ni distinguir la sensación de hambre real de las ganas de comer. Además, el hecho de “estar picando” lo que uno encuentra conduce a comer más de la cuenta para las necesidades que tiene el organismo. Comemos aunque no tengamos hambre y esto sucede cuando se deja la comida a la vista, cuando se huele, se cocina o si se va a comprar hambriento.
Servirse raciones abundantes de comida: La ingestión abundante de comida ayuda a disminuir la ansiedad y nos proporciona confort emocional.
No tener un orden en los horarios de las comidas.
Llevar una dieta rica en hidratos de carbono.
No hacer ejercicio: Es muy importante determinar la relación alimentación-ejercicio. El hecho de bajar el ritmo e intensidad de la actividad física, sin reducir la cantidad de comida ingerida, puede llevar a la obesidad por un exceso de energía.
Estrés: Factores estresantes prolongados resultan en una alteración hormonal que produce obesidad de tipo abdominal.
Déficit de sueño: La falta de sueño produce modificaciones endocrinas que favorecen el hambre y la ganancia de peso corporal.

Por eso para que el sobrepeso no se convierta en un problema mayor es importante aprender a controlarlo llevando un diario dietético. En este diario se debe anotar todo lo que se consume a lo largo del día, a qué hora, el lugar, la cantidad, el lugar donde se ingirió y los sentimientos asociados al momento de comer como el estrés, la ansiedad, el aburrimiento, la depresión, etc. Si se lleva diariamente este control será muy fácil decirle adiós a la obesidad.


Artículo por: FM Gastronomía
www.fmgastronomia.com.mx



No hay comentarios.:

Publicar un comentario