lunes, 17 de marzo de 2014

La certificación en los alimentos.

En México y en el mundo, la industria de los alimentos ha experimentado una serie de cambios impulsados por la gran variedad de productos y el gran desarrollo tecnológico; por esta razón los consumidores exigen una seguridad alimentaria integral en los productos que consumen.

Esta exigencia junto con la importancia de posicionarse en el mercado con un producto “más seguro”, genera en la industria alimentaria y en las empresas del sector, la necesidad de adoptar medidas extra, las cuales estén exigidas por las normativas legales.


Para tal fin, existen diferentes agencias certificadoras las cuales otorgan por escrito una garantía en la cual se asegura que el proceso de producción o el producto cumplen con requisitos que establecen diferentes organizaciones o países, y además menciona que se ha producido de una determinada manera o que posee ciertas características.




Existen muchas certificaciones para diferentes tipos de alimentos como la carne, las frutas, las verduras, los condimentos, los lácteos, las harinas, etc. así como para las empresas que se dedican a fabricar, producir, empacar, transportar e incluso cocinar este tipo de alimentos. Algunas de éstas son: la GlobalGap, la PrimusLabs, la BRC, la Kosher y el ISO 22000, entre otros.

Para poder obtenerlos se requiere que exista una autoridad certificatoria, la cual deberá inspeccionar, aprobar y posteriormente otorgar el tipo de certificación de acuerdo a los requisitos y estándares que debe contener el producto, sistema, servicio o persona a calificar.

El costo del certificado varía en función del tipo de certificación, la empresa acreditadora y el tiempo dedicado a la implementación por parte de los consultores.

Especialmente para el sector alimentario la norma ISO 22000 define y especifica los requerimientos para desarrollar e implementar Sistemas de Gestión de Seguridad Alimentaria independientemente del tipo, tamaño y producto, y con ello lograr una armonía en toda la cadena de suministro que va desde las granjas hasta las empresas que preparan alimentos, incluyendo las de procesado, envasado, transporte, almacenamiento y comercio detallista. De igual manera inspecciona las buenas prácticas de higiene, el control de plagas, la capacitación del personal y el manejo de desechos, entre otros.


Artículo por: FM GASTRONOMÍA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario